El trampolín de la fe: Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece


La Palabra del Señor para el día de hoy nos habla de la paz y la invitación de Jesús a descansar nuestros yugos en Él, entendiendo que con Él todo lo podemos.


La lectura de Isaías 26,7-9.12.16-19 nos habla del Mesías prometido que trae la paz, como se genera la paz, el proceso y los costos que tiene. La paz genera dolor pero a la vez mucha alegría, en Colombia llevamos siglos derramando sangre de muchas maneras, explotando al pobre, nosotros necesitamos la paz, entendiendo que esta es una construcción de todos los días, hay que hacer muchas renuncias, pero es un proceso que hay que hacer y nace del corazón, de acercarse al Señor, aceptar las invitaciones que nos hace en su Evangelio de Mateo 11, 28-30 donde nos dice primero “vengan a Mí todos los que están cansados y agobiados”.


Lleguemos a Jesús, allí encontraremos alivio y descanso.Dice el Señor que Él es manso y humilde de corazón y esto es también una lección para nosotros, aprender a reconocer la humildad de espíritu y de corazón, la primera es reconocer que soy pequeño, que no somos nada, pero no podemos quedarnos aquí debemos dar el paso a la humildad del corazón, y entender que lo somos todo en Cristo.


Todo lo podemos en Cristo Jesús, y aquí su segunda invitación: “aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón” , no nos quedemos en la humildad espiritual porque en ella se desconoce la acción de Cristo en nosotros, hay que avanzar al corazón, todo lo podemos en Cristo, Él nos dignifica, nos potencia, nos da la gracia y esa gracia nos da descanso.


Aprendamos del Señor, así los yugos, cargas, fatigas y enfermedades serán más llevaderas, porque cuando todos lo hacemos con nuestras propias fuerzas son insuficientes, pero la fuerza del Señor todo lo potencia, vivamos con Él por Él y para Él. Todas las situaciones son más llevaderas, incluso las sociales, como la pandemia que estamos viviendo por la gracia que Jesús nos regala.


Reconozcamos que solos no podemos necesitamos la Fuerza de Jesús, del Espíritu Santo, de Dios, que como un trampolín, nos catapulta y nos envía más allá.

Compartir
Entradas relacionadas
Deja un comentario

Tu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.